Cuando analizamos el estado de salud del cabello debemos tener presente dos factores: el interno y el externo.

Diferencias entre factores internos y externos

 Los factores internos son aquellos que normalmente afectan más directamente a la raíz del cabello y a la dermis del cuero cabelludo. Aquí podemos encontrar múltiples causas internas que afectan a la salud de nuestro cabello, como son factores emocionales, estrés, enfermedades, alteraciones hormonales, medicamentos, exceso de sebo o sudoración… El tallo capilar también puede sufrir este factor interno por alteraciones estructurales de origen congénito (heredadas o propias).

Cabe decir que en lo que se refiere al tallo, son más propias las alteraciones debido a los factores externos. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de factores externos? 

Pues nos referimos a aquellos factores que alteran nuestro cabello desde el exterior y puede ser por distintas causas, son las denominadas alteraciones estructurales adquiridas.

Factor externo ambiental: Este es el más común que nos afecta a todos. Por ejemplo, en esta época del año invernal en ambiente excesivamente húmedo debilita la unión entre la cutícula y la corteza que la recubre. En cambio, un ambiente excesivamente seco acumula carga electromagnética en el cabello; ambos ambientes propician el encrespamiento capilar. 

También el exceso de exposición solar daña el cabello ya que las radiaciones solares degradan la cutícula y las altas temperaturas deterioran y abren las escamas del cabello.

Factor externo agua: El agua también es importante para el cuidado de nuestro cabello, por ejemplo, la combinación de agua marina y Sol debilita la cutícula y llega a quemarla. Igualmente, afecta el cloro y otros productos de las piscinas. Incluso las aguas que llegan a nuestras casas pueden condicionar el estado de nuestro cabello: las aguas blandas no presentan ninguna implicación en el cuidado del cabello, mientras que las aguas duras pueden dejan más residuos en forma de incrustaciones al evaporarse. 

Para contrarrestar estos factores externos debemos hacer una cosa principalmente: proteger nuestro cabello. 

Estos son factores que se escapan de nuestras acciones son condiciones ambientales o el estado del agua que no podemos evitar, aunque sí podemos establecer hábitos que protejan y contrarresten el desgaste que provocan: 

Realizar peeling semanal para oxigenar el cuero cabelludo y eliminar residuos de cal e incrustaciones. 

Recomendamos: Dermocapilar Mask (Ref. 28/219) junto a Herby Tratamiento (Ref. 3/25).

Mascarilla una vez a la semana por todo el tallo capilar, aplicarla por mechones con suavidad en dirección descendente, de arriba abajo, para cerrar y sellar la cutícula capilar.

Recomendamos: Dermocapilar Mask (Ref. 28/219).

 

Aplicar aminoácidos y vitaminas en el cabello después del lavado. El exceso de humedad ambiental en estos meses es mayor y esto hace que la unión entre la cutícula capilar y la corteza del tallo se debilite. En cambio, en zonas con menos humedad y un ambiente mucho más seco, pasa justo todo lo contrario, el cabello se reseca en exceso y acumula cargas electromagnéticas, dificultando el peinado y apagando nuestro brillo.

Recomendamos: Molecular Restructor Amino (Ref. 10/10B).

El outfit adecuado para proteger el cuero cabelludo, que también sufre, se reseca e incluso se puede quemar por supuesto. Qué mejor que gorras, gorros, pañuelos…

 

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