Nuestro cabello puede sufrir una alteración cromática, también denominada discromía, a lo largo de nuestra vida. Las alteraciones cromáticas, al igual que pasa con las alteraciones estructurales del tallo capilar, pueden ser de origen congénito (hereditario) o adquiridas. Estas últimas suelen englobar aquellas alteraciones que aparecen debido a factores externos como pueden ser enfermedades, carencias nutricionales, medicamentos, productos químicos y factores medioambientales, que pueden llegar a modificar el color de nuestro cabello de negro a rojizo o de marrón a rubio. Aunque entre todas las alteraciones cromáticas la más destacada y común es la cana.

¿Qué son las canas?

El color del cabello está regulado por el tipo y cantidad de melanina. Los melanocitos matriciales de cada cabello están determinados genéticamente y su proceso natural de envejecimiento da lugar a la cana. Esto ocurre debido a la despigmentación del cabello a causa de la melanogénesis en los melanocitos dentro del bulbo piloso. En definitiva, de una manera progresiva e irreversible, la cana reemplaza al color en el bulbo.

Las canas suelen empezar a parecer en la zona occipital y la edad, aunque depende de la condición genética de cada persona, suele rondar entre los 30 y los 35 años. El proceso es gradual y se va pasando por distintas tonalidades de grises y blancos. Cuando el encanecimiento es anterior, alrededor de los 20 años, hablamos de un encanecimiento prematuro de origen genético. Aunque algunos estudios apuntan al estrés y a algunas enfermedades como la diabetes, como causantes del encanecimiento prematuro y también de un mayor desarrollo de las canas en edades más avanzadas.

Socialmente las canas siempre han sido un signo de la edad y se ha luchado implacablemente contra ellas. Hoy en día esto ha cambiado de forma radical y lo que antes se reconocía como un signo antiestético reflejo del paso de los años, ahora se muestra, se combina y se potencia siendo el blanco el tono de moda. Base canosa con mechas en rubio nórdico, ceniza o grisáceo en combinación están poniendo de moda lucir las canas con matices y sin ellos.

Juego de color y luminosidad que da una segunda oportunidad a la evolución natural del color de nuestro cabello.

Para cabellos blancos, grises, con matices o rubios nórdicos recomendamos Matices + Placenta Shampoo (ref. 57/210), un champú plurivitamínico con acción anticaída y protector del color claro. Su matiz evita que los colores pierdan fuerza o amarilleen en el caso de los blancos. Además, aporta sedosidad y brillo, mejorando notablemente los matices y reflejos del cabello.

Para consultarnos sobre nuestros productos, ponte en contacto con nosotros.