Normalmente, cuando el origen es congénito suele afectar más a tipos de cabello concretos, como son los cabellos rizados u ondulados, también aquellos que tienen una predisposición a la sequedad del tallo. Este tipo de cabello es más suelto y fino de lo que puede parecer, su ondulación natural sufre más comúnmente aquellos factores externos que la agravan y que veremos a continuación.
Pero existen otros factores internos que nada tienen que ver con el tipo de cabello y que pueden modificar la estructura capilar de cualquier tipo de cabello. Estas causas internas más frecuentes son la deshidratación, la falta de nutrientes esenciales (vitaminas y aminoácidos), anemia, incluso los cambios hormonales o alteraciones del sistema endocrino, como el hipotiroidismo. Causas que se reflejan en un cabello más áspero, seco y por supuesto, encrespado.
Por otro lado, existen las causas externas, que en su mayoría están relacionadas con factores ambientales y que agravan la situación anteriormente planteada. Los factores externos más comunes son: