Durante el verano, estos factores de denominamos externos, pueden afectar mucho al estado de nuestro tallo capilar. El principal problema es la erosión de la cutícula por su continúa exposición a los factores climáticos y en los meses de calor, esta erosión se acentúa con el Sol, el aire, el salitre, los químicos en piscinas…
Cuando no protegemos correctamente el cabello, nuestra cutícula va perdiendo escamas y la corteza interior queda más expuesta, esto se ve muy claro en las famosas “puntas abiertas”. Nuestro cabello se vuelve más seco, encrespado, sin brillo y quebradizo. Incluso, hay modificaciones en el color de nuestro cabello por el daño oxidativo de la fibra capilar, ya sea color natural o teñido.
No sólo es cuestión de melenas largas, el cuero cabelludo también se lleva una buena parte. Tendemos a tener más picor debido a la sudoración, los cueros cabelludos con tendencia grasa producen más estos meses y las personas con alopecias avanzadas pueden llegar a sufrir quemaduras solares en su cuero cabelludo. Para ellas su mejor aliado es una buena gorra, gorro o pañuelo que lo cubra.
Para evitar y aliviar en muchos casos estos efectos externos, vamos a daros algunos trucos y mejores productos para este verano.