El cuero cabelludo es anatómicamente la zona que cubre el cráneo y se forma por una estructura única de cuatro capas. En la más profunda de las cuatro se encuentra el pericráneo adherido al cráneo; por encima de este está el subepicráneo ocupado por un tejido delgado y laxo con presencia de vasos sanguíneos que es el encargado de la movilidad de las capas superiores. En estas se encuentra el epicráneo compuesto por los músculos occipital y frontal que se conectan al cráneo a través de la galea aponeurótica, una lámina firme y resistente bajo la última capa de piel.

Fisiología de nuestro cuero cabelludo y tratamiento

La piel del cuero cabelludo tiene un grosor entre 3 y 8 mm, siendo la parte del cuerpo con la piel más gruesa. Esta se divide en tres capas a su vez: la más profunda es la hipodermis, por encima encontramos la dermis formada por tejido conjuntivo que contiene músculos, glándulas, papilas y folículos, desde aquí se alimentan las células del cuero cabelludo. Y por último la epidermis, esta es la capa más superficial de la piel, está formada por tejido epitelial que se divide en las últimas capas de estrato basal, estrato espinoso, estrato granuloso, estrato lúcido y estrato córneo, para seguidamente dar paso al poro y al cabello que ya sale a la superficie desde la hipodermis.

Así de compleja es la fisiología de nuestro cuero cabelludo, por ello, es tan importante su cuidado, limpieza y oxigenación. La salud del cabello está totalmente unida a la salud de nuestro cuero cabelludo, ya que es su base y sustento.

Es donde habita, se alimenta a través del riego sanguíneo de aquellos que comemos y bebemos, de nuestro sistema hormonal y como no también se ve afectado por nuestro sistema nervioso, el cuál le afecta de manera muy directa.

Un cuero cabelludo inflamado, con descamación, caspa, rojeces, picores… requiere un especial cuidado, poner atención en estado del cuero cabelludo y en el bulbo capilar es esencial para detectar, tratar y prevenir alteraciones capilares y alopecias.

El cuero cabelludo. La base de nuestra salud capilar

Recomendaciones para cuidar nuestro cuero cabelludo:

  1. Lavar el cabello a días alternos o más. Por una parte, lavar el cabello a diario no permite que la epidermis se regenere adecuadamente, por otra si hacemos deporte y hay un exceso de sudoración, puede quedar taponado el bulbo si no lavamos. 
  2. No lavar con agua muy caliente, mejor agua tibia, ya que el agua excesivamente caliente deshidrata el cuero cabelludo.
  3. Para mantener un cuero cabelludo sano, oxigenado y libre de impurezas realizar un peeling capilar a la semana con Dermocapilar Mask (Ref. 28/219).
  4. En caso de picores, caspa o rojeces aplicar Herby Tratamiento (Ref. 3/25). 5. Cuando existe una descamación excesiva por pitiriasis (caspa) seca aplicar el peeling Wonter Intensive Gel (Ref. 100B)
  5. En caso de exceso de grasa y dermatitis, aplicar la loción 12 Hierbas Forte (Ref. 46B/70).

Para más información sobre el cuidado del cuero cabelludo, consúltenos.