Pitiriasis es el nombre técnico de lo que todos conocemos como «caspa». Esta es una alteración del cuero cabelludo que provoca una descamación anormal y excesiva de la piel y puede ir acompañada de irritación. La pitiriasis o caspa es una alteración común tanto en hombres como en mujeres y suele aparecer durante la adolescencia.

¿Por qué tenemos caspa?

La producción de caspa en el cuero cabelludo se debe a una aceleración anormal (Pityrosporum ovale) del recambio celular de la epidermis, es decir, el tránsito acelerado de células a través de los estratos epidérmicos hace que estas sean expulsadas de la piel antes de haber culminado el proceso de queratinización. El origen de por qué pasa esto puede tener varias explicaciones: desde el desarrollo de una levadura que forma parte de la flora de nuestro cuero cabelludo al exceso de secreción sebácea en la superficie de la piel. Ambas llevan a una irritación del cuero cabelludo y esta irritación es lo que puede producir la aceleración en la reproducción de las células que acaban transformándose en escamas debido a la agrupación de dichas células expulsadas.

Diferencias entre caspa seca y caspa grasa

¿Sabías que existen dos tipos de caspa?

Esta alteración es reconocible por su manifestación descamativa. La descamación y la visualización a lo largo del tallo o sobre nuestros hombros son la evidencia. Pero dentro de esta descamación hay dos tipos:

  1. Pitiriasis Simplex Capitis: Escamas de caspa seca que provocan una intensa deshidratación y hacen que la unión de las células sea débil. El cuero cabelludo presenta enrojecimiento y estas escamas pueden agruparse en capas solapadas en color blanco ceniza, fácilmente descamables. El cabello se torna quebradizo y satinado, sin brillo, por la falta de conversión de las células en queratina.

  2. Pitiriasis Esteatoide: Escamas de caspa grasa relacionadas con la seborrea. El cuero cabelludo está asfixiado y el folículo obstruido por la acumulación de sebo y escamas adheridas al cuero cabelludo. Es visible en el tallo, la parte de la base está envuelta en escamas, estas en color blanco-amarillento, difícilmente descamables. El cuero cabelludo se torna irregular por las adherencias, puede presentar picores y rojeces. En ocasiones, la descamación se agrupa y podemos provocar lesiones en el cuero cabelludo a causa del rascado.

¿Cuáles son las causas más comunes?

Las causas de ambas Pitiriasis pueden ser de origen interno o externo: En el caso de las de origen interno de la caspa seca, las causas suelen estar asociadas a problemas de origen nervioso-emocional y hormonal (especialmente en fase de adolescencia). También pueden ir ligadas a falta de vitamina A o falta de hidratación al no beber suficiente agua.

En cambio, la caspa grasa también tiene en cuenta el factor hormonal, el nervioso-emocional y también algunas alteraciones inmunológicas y dietas alimenticias inadecuadas.

Sin embargo, las de origen externo en ambos tipos de caspa, están más asociadas a la rutina de higiene diaria, como por ejemplo, no usar champús adecuados y aplicar fijadores y geles que pueden obstruir aún más los folículos, no aclarar bien el cabello o lavar el cabello con el agua excesivamente caliente, nunca hay que pasar de los 37º.

¿Cómo lo solucionamos?

El primer paso es limpiar y oxigenar bien el cuero cabelludo y para ello utilizaremos nuestros peelings capilares:

  • Cuando hay caspa seca: Wonter Intensive Gel (Ref. 100B). Aplicar 2 veces por semana antes del lavado, sobre el cabello seco. Aplicar directamente sobre el cuero cabelludo con suaves movimientos circulares, dejándolo actuar no menos de 20 minutos, seguidamente lavar con agua tibia.
  • Para la caspa grasa: Aplicar Dermocapilar Mask (Ref. 28/219). Aplicar 1 vez a la semana antes del lavado, sobre el cabello seco. Aplicar directamente sobre el cuero cabelludo con suaves movimientos circulares, dejándolo actuar no menos de 20 minutos. Seguidamente, lavar con agua tibia.

Utilizar siempre cremas de champú adecuadas de PH neutro e intentar evitar rascar el cuero cabelludo ya que podemos llegar a hacer heridas y provocar infecciones.