Ya sea por moda o por enmascarar las canas, los tintes capilares son desde hace años una tendencia de moda en alza. Estos cosméticos destinados a modificar de manera total o parcial el color del cabello presentan diversas clasificaciones. Los tintes vegetales basados en colorantes extraídos de plantas se depositan sobre la cutícula sin provocar alteraciones, puesto que no penetran en el tallo, por ello su durabilidad es menor que los tintes permanentes. Estos últimos, conocidos también como tintes de oxidación son los más comunes puesto que son los que resisten los lavados sin que el cabello pierda coloración y cubren las canas. Y esto es debido a su composición química creada para abrir la cutícula y penetrar efectuando una acción oxidativa de nuestra melanina natural, que permite generar un nuevo color definitivo dentro de la estructura capilar.
En general, los procesos químicos del tinte – como también de la permanente – pueden resultar agresivos para nuestro cuero cabelludo produciendo irritaciones y haciendo que nuestro tallo capilar se torne más seco y áspero.
Para evitar estas alteraciones en la estructura de nuestro cabello y recuperar en lo posible un estado óptimo de salud en cabellos teñidos, recomendamos algunos consejos infalibles: