El término alopecia se refiere a la pérdida masiva del cabello, ya sea de forma localizada en una zona o zonas concretas, o de manera generalizada con una caída total del cabello.

La alopecia o pérdida del cabello puede estar provocada por múltiples causas que alteran la actividad del bulbo (raíz) en su fase de crecimiento, induciendo a que el cabello perdido no sea substituido por uno nuevo.

Existen varios tipos de alopecias como hemos comentado en otras entradas en nuestro Consultorio. Estas se clasifican entre las que son de carácter local (en una o varias zonas del cuero cabelludo) o general (denominadas alopecias difusas); también si su evolución es reversible o irreversible; según su origen ya sean congénitas (de origen genético) o adquiridas por malas prácticas, y lo más significativo, su causa. Las causas de la pérdida del cabello son múltiples, en muchos casos son complejas y siempre van unidas a los términos descritos en las líneas anteriores. Aunque en la mayoría de los casos de pérdida del cabello responsabilizamos al sistema nervioso, tenemos que saber que muchas veces no son los nervios y el estrés los causantes de las alopecias, ya que existen algunas de carácter local que son adquiridas por hábitos.

Uno de los tipos de alopecias adquiridas más común y muy poco conocida es la alopecia traumática. Denominamos alopecia traumática a aquellas pérdidas de cabello producidas por gestos físicos, es decir que hacemos nosotros mismos, por ello se clasifican como alopecias adquiridas. ¡Calma, son reversibles!

Para comprenderlo mejor, expondremos tres casos cotidianos para los tres tipos de alopecias traumáticas más comunes:

  • Alopecia traumática por tracción. Se denomina así a un tipo de alopecia concreta que aparece en áreas locales, incluso en la parte frontal, debido a la tensión del cabello. Cuando hacemos trencitas desde la raíz, rastas, moños muy apretados o coletas muy estiradas. Estamos tensando en exceso el cabello, lo sometemos a una tensión continua que rompe el folículo piloso.
  • Alopecia traumática por presión. Cuando hay una pérdida de cabello a causa de la presión, nos referimos presiones constantes y roces continuados. ¡¡Ojo con las gorras, sombreros o cintas de uso diario!! La presión constante y la falta de oxigenación en el cabello hacen que el folículo se asfixie y caiga el cabello.
  • Alopecia traumática por tricotilomanía. Esta alopecia viene dada por acto repetitivo de carácter nervioso: arrancarse el cabello. El acto compulsivo de estirar los cabellos es más frecuente en niños que en adultos, de hecho, es una de las principales causas de alopecia infantil. Se manifiesta en forma de una placa o varias placas de pelada localizadas especialmente en la zona parieto-occipital y el vértex, presentan tamaños distintos, formas irregulares, con bordes definidos(1) y no cicatriciales refiriéndonos a que son adquiridas (acción física) y son reversibles.

Las alopecias traumáticas que hemos enumerado son todas ellas alopecias adquiridas, es decir, provocadas por hábitos o gestos cotidianos. Por eso mismo, son consideradas no cicatrizales y por tanto reversibles. Un problema con solución que debe ser diagnosticado y tratado cuanto antes por profesionales para evitar que una pérdida del cabello localizada pueda convertirse en una pérdida total del cabello.

1. F. Messeguer , A. Agustí-Mejias, C. Requena, A. Pérez-Ferriols, C. Guillén-Barona. « Claves diagnósticas de la tricotilomanía ». Anales de pediatría. Asociación Española de Pediatría. (Enero, 2011).