1. El agua siempre más bien tibia, nunca por encima de 37º. El agua tan caliente irrita el cuero cabelludo y la piel.
TIP: Lavar la cabeza con agua tibia y hacer un enjuague rápido con agua fría al final del aclarado será suficiente para cerrar los poros y evitar así la acumulación rápida de impurezas. Pero si aplicamos una loción después del lavado, suprimimos el enjuague con agua fría con el fin de asegurar la máxima absorción del tratamiento a través de los poros.
2. Elegir una crema de champú adecuada a nuestro tipo de raíz capilar y cuero cabelludo (sea seco o graso, con problema de caída, etc.), que además sea rica en nutrientes y con un PH entre 4,5 – 5,9 que mantenga el equilibrio de nuestra piel y no la irrite.
3. Aplicar una primera enjabonada con la crema de champú extendiéndola con la yema de los dedos limpiando bien el cuero cabelludo y el resto del tallo de forma descendente para no dañar la cutícula capilar.
4. Aplicar una segunda enjabonada con menos cantidad de producto para asegurar la eliminación de todas las impurezas.
5. Dejar actuar unos 3 minutos la crema de champú antes de aclarar para que aporte todos los beneficios a nuestro cabello. Esto es lo más importante, si no dejamos que la crema de champú actúe y haga su función, no aprovechamos sus beneficios.
6. La aplicación tanto del acondicionador como de la mascarilla se realizará después del lavado y también de forma descendente para ayudar al cuidado de la cutícula capilar. Es beneficioso aplicarlo una vez acabado el lavado porque con la frotación generamos electricidad estática y “desordenamos” la cutícula capilar. Así que, para finalizar correctamente el proceso, es recomendable el uso de un acondicionador nutritivo que devuelva a la cutícula su estado óptimo a la vez que neutraliza la electricidad estática aportando suavidad y brillo al cabello.
7. El aclarado es igual de importante, eliminar todo resto de producto para que el cuero cabelludo quede libre de impurezas o restos que pueden llevar al picor o la descamación.
8. A la hora de tapar con la toalla, hacer con cuidado presionando no frotando fuerte, al frotar rompemos el cabello, mejor hacerlo con toques suaves.